Tristeza, emoción, alegría y diversión: son muchas las emociones por las que están pasando en apenas una semana los operáticos chilenos, y en particular los fanáticos del bel canto. La muerte de la gran Joan Sutherland, el triunfal debut en nuestro país de Juan Diego Flórez y el Don Pasquale que este lunes 18 dará inicio al Segundo Festival de Ópera, todo en apenas siete días.
¿Qué agregar a estas alturas de Dame Joan Sutherland, “la Stupenda”? como pocas veces, el fallecimiento de la legendaria soprano australiana provocó sinceras y conmovedoras muestras de afecto y tristeza por parte de sus numerosos admiradores, tanto desde la tribuna de las columnas de los críticos y expertos en diarios y sitios web de todo el mundo, como desde el anonimato de decenas de posts en blogs y páginas electrónicas dedicadas a la ópera. Aunque su voz y estilo, y en especial su dicción, también contaban con acalorados detractores, el paso del tiempo terminó por ubicar su inmensa figura -en todo el sentido de la palabra- en el sitial de honor que merece como una de las figuras más grandes que nos legó la ópera en el siglo XX. Para demostrarlo, en especial a quienes no tuvimos el placer de escucharla en vivo, ahí están sus inolvidables grabaciones, particularmente las que protagonizó junto a Luciano Pavarotti, a quien ayudó a convertirse en estrella y con quien formó una entrañable pareja artística: Lucia de Lammermoor, La hija del regimiento, Los puritanos, El elixir de amor, Rigoletto, entre otras, siempre dirigidos por el marido de la soprano, Richard Bonynge. Bel canto en estado puro.
Y como era de esperar, consultado por un crítico chileno durante su conferencia de prensa el día antes de su esperado concierto en Chile, Juan Diego Flórez tuvo sólo palabras de elogio para la desaparecida artista, como no podía ser menos de parte de quien para la gran mayoría es considerado no sólo el mejor tenor rossiniano de la última década, sino también el mejor intérprete belcantista del momento. Además, aunque pasó prácticamente desapercibido para la prensa, acompañándolo en nuestro país estuvo Ernesto Palacio, quien junto con ser el gran responsable del impulso internacional que ha alcanzado la carrera del artista peruano -como representante de artistas, además está a cargo de intérpretes tan cotizados en la actualidad como el bajo Ildar Abdrazakov y la mezzosoprano Elina Garanca, entre otros-, fue él mismo un excelente y solicitado tenor rossiniano en los años 80: así lo comprueban sus grabaciones de títulos como La italiana en Argel, Maometto II, El turco en Italia, Ermione y Tancredi, entre otras, junto a estrellas como Marilyn Horne, Samuel Ramey y Montserrat Caballé. De hecho, Palacio estuvo en Chile cantando en la temporada lírica 1982 del Teatro Municipal de Santiago, aunque no en roles rossinianos, ya que participó en Don Pasquale y La flauta mágica. Hace ya casi 30 años, cómo pasa el tiempo…
Continuando esa casi milagrosa veta del Perú para prodigar grandes tenores rossinianos de fama internacional, tras los pasos de Luigi Alva y Palacio, Flórez ha alcanzado un lugar de privilegio que lo ha llevado aún más lejos, triunfando en los mejores teatros del mundo, aumentando progresivamente su lista de grabaciones -sólo este año han aparecido DVD de La sonámbula, El barbero de Sevilla, Los puritanos y Rigoletto, y en disco, su Orfeo y Eurídice y el flamante Santo, con arias sacras- y siendo considerado una auténtica estrella. Pero a pesar de todo nunca parece perder su sencillez y amabilidad, como demostró en su exitoso debut en Chile, donde provocó ovaciones como pocas veces se han escuchado en el Municipal, tanto en las exigentes arias abordadas, como en los generosos tres encores que ofreció. Y junto a él, no se puede dejar de destacar al director Alessandro Vitiello, que demostró una privilegiada sensibilidad belcantista, en especial en las oberturas rossinianas.
Y culminando esta particular e inolvidable semana belcantista en Chile, este lunes 18 tendremos el comienzo del Segundo Festival de Ópera que organiza el proyecto Fondart Asociatividad para el Fomento de la Ópera en Chile. La partida promete ser irresistible, con una verdadera joya cómica de Donizetti, el Don Pasquale, en una novedosa puesta en escena inspirada por el cómic. Esta divertida y encantadora ópera bufa ha contado en nuestro país con destacados intérpretes: sin ir más lejos, en las últimas tres décadas se puede recordar que en 1982 la cantó un elenco encabezado por Paolo Montarsolo y dirigido por Bruno Campanella, y en 1997, con puesta en escena de Filippo Crivelli, la protagonizaron Paul Plishka y Stefania Bonfadelli. El reparto convocado por nuestro proyecto no se queda atrás: Ricardo Seguel, Patricia Cifuentes, Patricio Sabaté e Iván Rodríguez, son sin dudas cuatro de los mejores cantantes chilenos del momento en sus respectivas cuerdas, y si a eso le sumamos que estarán acompañados por la Sinfónica Nacional Juvenil, en su segunda incursión operática (tras la Tosca en versión de concierto de 2008) y dirigida por José Luis Domínguez, el panorama se presenta definitivamente imperdible.
¡Viva el bel canto!
